Historia

BREVE HISTORIA DEL MONUMENTO VOTIVO NACIONAL DE CRISTO REY!

MONUMENTO VOTIVO NACIONAL DE CRISTO REY DE LA PAZ

El actual monumento dedicado a Cristo Rey empezó a construirse en el cerro de “El Cubilete” el 11 de Diciembre de 1944, día en que el sexto Obispo de León Dn. José Guadalupe Albino Emeterio Valverde Téllez bendijo y puso la primera piedra. Es el quinto de varios monumentos erigidos a Cristo Rey.

La idea de erigir un monumento a Cristo nos remonta al mes de Noviembre de 1919, cuando el Obispo Valverde haciendo una visita pastoral en Silao, hospedado en el templo del Señor del Perdón, atendido por los carmelitas, contempló dicho cerro y sintió el deseo de celebrar una misa en su cima. La sección de la Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento se dio cuenta del deseo del Sr. Obispo y viendo próxima la fecha de la celebración de la Vigilia de “espigas” decidieron hacerla en “El Cubilete” y culminarla con la Santa Misa celebrada por el Sr. Obispo. El P. Eleuterio de Ma. Santísima Ferrer, sacerdote carmelita, director espiritual de los adoradores propuso que se pusiera una lápida conmemorativa, el Presidente de la sección, Dn. Felipe Bravo Araujo, propuso que mejor se hiciera un monumento; el P. Eleuterio aceptó pero pidió que sobre él se colocara la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. La idea fue comunicada al Obispo Valverde, quien complacido quiso que tuviera el carácter de diocesano, puso la primera piedra el 12 de Marzo y el 11 de Abril de 1920 hizo su dedicación. Posteriormente la Adoración Nocturna Mexicana pidió al Episcopado que se declarara Monumento Nacional y que se decretara la sustitución del mismo por otro más grandioso. Lo cual fue aprobado el 10 de Octubre de 1920. La razón que tenía el Episcopado para erigir el Monumento Votivo Nacional era cumplir un voto que hicieron los obispos al Sagrado Corazón el 11 de Junio de 1914 y, además, entronizar a Cristo en el corazón de México, para lograr la paz y la conservación de la fe.

Se procedió a la construcción del segundo monumento, se puso la primera piedra el 11 de Enero de 1923, pero se prohibió continuar con la obra porque ese acto fue considerado como anticonstitucional y un desafío al gobierno. El primer monumento que había sido bajado a donde se encuentra actualmente la Ermita Expiatoria fue dinamitado el 30 de Enero de 1928. El tercer monumento es la capilla de Cristo Rey en la Catedral Basílica de la Madre Santísima de la Luz, en León Gto. Construida en secreto y bendecida el 11 de Enero de 1938, los dos días siguientes se realizo el primer congreso diocesano en honor de Cristo Rey, para reafirmar lo…

Viendo su edad avanzada, al Sr. Valverde le preocupaba no poder construir el Monumento en la “Montaña de Cristo Rey” por no obtener el permiso del gobierno. Pero tenía la esperanza de que se levantaría cuando lo dispusiera la Divina Providencia. El día llegó cuando el P. José Ascensión Betancourt construyó el cuarto monumento, conocido como el “Monumento de las nubes”, bendecido por el mismo sacerdote el 11 de Abril de 1942. Al Sr. Obispo le agradó mucho y pronto le fue presentado un proyecto nuevo, diseñado por el Arquitecto Nicolás Mariscal  y Piña. El proyecto fue aprobado por el Episcopado el 1º de Noviembre de 1943. El Sr. Arzobispo de Guadalajara Dn. José Garibi Rivera y el Sr. Arzobispo de México Dn. Luís Ma. Martínez consiguieron el permiso del presidente de México Manuel Ávila Camacho.

El primer capellán del quinto monumento fue el P. Betancourt, quien, desde el 27 de Febrero de 1943, consagró sus fuerzas a la realización del ideal de su obispo. Le han sucedido el P. José Anaya Pasalagua, el P. Eleuterio Gutiérrez, el P. Raúl Muños Franco y el P. Jesús Ortiz Ayala.

El 11 de Diciembre de 1944 el Sr. Valverde bendijo y colocó la primera piedra del quinto monumento, y ese mismo día bendijo la Ermita Expiatoria, que se edificó en el lugar donde fue dinamitado el primer monumento, para pedir perdón por el sacrílego atentado.

El monumento a Cristo Rey fue construido por dos arquitectos mexicanos: Arq. Nicolás Mariscal y Piña (autor del proyecto) y el Arq. José Carlos Ituarte González (quien fue el  constructor de principio a fin). La obra se inició en 1944 fecha en que comenzaron a trabajar los dos arquitectos.

El Monumento comprende dos partes: una basílica-esfera que simboliza el universo y sobre ella, de pie, la estatua de Cristo Rey con dos ángeles que le ofrecen dos coronas: la del martirio y la regia. La estatua, de estilo helénico, obra del escultor regiomontano Fidias Elizondo, simboliza la Divina Realeza de Cristo Señor del universo.

El Obispo Valverde terminaba su vida terrena el 26 de Diciembre de 1948, pero la obra estaba muy adelantada, dejaba su trabajo al Sr. Obispo Manuel Martín del Campo Padilla quien se propuso continuar con el ideal. El 11 de Diciembre de 1950 bendijo la estatua a nombre de su Santidad Pío XI, día en que se cumplían 25 años de la Encíclica “Quas primas” de Pío XI por la que se estableció la festividad universal de Cristo Rey.

El día 8 de Diciembre de 1953 el Sr. Obispo Martín del Campo bendijo el Santuario de María Reina recordando que “a Jesús se llega por María”, además, “donde está el Rey no puede faltar la Reina”. Se construyó debajo del Santuario de Cristo Rey con la dirección del Arq. Mariscal Piña.

La obra del monumento sigue hasta nuestros días y se hacen esfuerzos por proporcionar todos los servicios a los peregrinos que ascienden a esta Santa Montaña, para dar testimonio de su fe y una prueba de su amor a Cristo Rey.

Gracias a Dios y a su divina providencia que sabe tomar de entre sus hijos creados,  clerigos y profesionistas a personas capacitadas para realizar sus designios, en este caso la construcción del Monumento Votivo Nacional a Cristo Rey.

Que Dios tenga en su gloria a todos los que contribuyeron a la edificación de este lugar santo, donde mencionamos de manera especial al Sr. Obispo impulsor de la obra Dn. Emeterio Valverde y Telles y sus dignos sucesores el Sr. Obispo Dn. Manuel Martín del Campo y Padilla y el excelentísimo Sr. Dn. Anselmo Zarza Bernal. Así como los distinguidos señores  Arquitectos Nicolas Mariscal y Piña  y  José Carlos Ituarte.

(La mayoría de los datos fueron tomados de TABOR MEXICANO, José de Jesús Ojeda S., ART-REL, México 1999, quinta ed. y últimamente la nota se completó por el hijo del Arquitecto constructor del monumento el Sr. Antonio Ituarte Mariscal).